viernes, 14 de noviembre de 2008
Un poema de César Toro Montalvo
Matrimonio de la dulce maru y su hermoso okobín cuidador de odres
Cuando cruzo maru oh tu ciudad riquimada en mil manzanas
me enredo en tu barrio de la esquina
me pongo a silbarte
la balada del cheyenne montado en un carnero negro
me encuentro maru con que estás
colgada encima de los nísperos contemplando a okobín
volabas graznando con tu taza de begonias
en la mano y te veía parada en el establo
subida al techo
con tu listón mostrando las uvas de fragoroso terciopelo
y saltabas luego
por encima de tu catedral de agujas y florerones
y se enredaba tu vestido
encima de mi mano (vestido hecho con enredo de agujeros)
y te traía a mi mesa acompañando a mi madre
y te llevaba a mirar las batallas perdidas de mi hermano
y te seguía corriendo hasta el sena
tocando los tambores con las gotas de nylon que caían
de tus labios y te traje en mi caballo alakur
con tu cuerpo de colores hacia lima
ay dios te dije
y okobín se peinaba y te borraba las primeras pecas de amaranto
ay dios te dije
y okobín te peinaba las manos y te traía a new york
en una tarde de carnaval cubriendo tu rostro de bolas y boroboles
ay te dije
y okobín rompía el último milagro de tu boca a su pecho
casándote por cuidarte los odres montado en un carnero negro.
Fuente:
http://cesartoro.blogspot.com/2006/04/matrimonio-de-la-dulce-maru-y-su.html
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